Ello se debe a que el frío, humedad y contaminación, entre otros factores, disminuyen las defensas que habitualmente protegen al cuerpo ante infecciones.
Causas
- Exposición a cambios bruscos de temperatura.
- Contaminación ambiental y humo.
- Fumar.
- Limpieza inadecuada de la boca.
- Heridas en la boca por utilizar frenos o puentes dentales.
- Al respirar por la boca se incrementa la posibilidad de adquirir una infección, pues el contacto con bacterias, virus u hongos es más directo.
- Contacto con pequeñas gotas de saliva provenientes de estornudos y tos de gente infectada.
- La fiebre y la tensión nerviosa llegan a generar heridas en la boca, pues en estas condiciones bajan las defensas y los microorganismos se reproducen rápidamente.
Síntomas
- Molestias en la zona, que aumentan al tragar alimentos y bebidas.
- Presencia de algodoncillo en la boca (manchas blancas que aparecen en el fondo de la boca, lengua y paladar, cuya apariencia es similar a la leche cuajada).
- Aparición de aftas o úlceras muy dolorosas.
- Pequeñas ampollas cerca de los labios.
- En ocasiones se altera el sentido del gusto. -Irritación e inflamación de la garganta.
- En infecciones graves de garganta se presentan dolor de cabeza, fiebre, flemas y tos.
Diagnóstico
El médico realiza un interrogatorio sobre los síntomas que presenta el paciente, y observa directamente para detectar el tipo de lesiones y hasta qué punto se han extendido.
Prevención
- Higiene bucal adecuada.
- Uso de enjuagues bucales para evitar el desarrollo de microorganismos.
- Alimentación balanceada.
- Evitar el estrés o situaciones de mucha tensión emocional. Esto puede controlarse mediante tranquilizantes naturales.
- Para dotar al organismo de las defensas necesarias se recomienda el consumo de complementos alimenticios que contengan vitamina C.
Tratamiento
- Para reducir la presencia de microbios y aliviar los síntomas es recomendable usar soluciones antisépticas, en forma de buches o aplicadas directamente con ayuda de algodón.
- Al limpiar los dientes, procurar no tallar las heridas con las cerdas del cepillo, para evitar sangrado y dolor.
- Uso de pastillas y soluciones que aminoren el dolor de garganta.
- Ante todo, el enfermo debe dejar de fumar.
- Los medicamentos para aliviar el dolor (analgésicos) y la fiebre (antipiréticos), son buenos auxiliares para controlar las molestias originadas por estos padecimientos
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