¿Qué es la hemoptisis?
Se define hemoptisis como la expulsión de sangre en el esputo o flema. Esa expulsión de sangre con la expectoración proviene del pulmón. Dentro de la hemoptisis podemos distinguir dos conceptos en cuanto a su importancia: - Hemoptisis grave: Cuando se expulsan más de 500 cc/hora y que se suele acompañar de bajada de la tensión arterial.
- Hemoptisis no grave: Cuando la expulsión de sangre es menor de 500 cc/hora.
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¿Cuáles pueden ser las causas de la hemoptisis?
Las causas más frecuentes son: - Bronquitis crónica: Frecuente en los fumadores.
- Bronquiectasias: Consiste en la dilatación de los bronquios.
- Tumores de Pulmón.
- En un 15 % de los pacientes no llegamos a saber la causa de la hemoptisis.
Otras causas ya menos frecuentes: - Tuberculosis
- Neumonía
- Alteraciones de la coagulación
- Hipertensión pulmonar pulmonar
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¿Qué síntomas podemos encontrar?
La hemoptisis es más frecuente en el varón y la edad media de los pacientes que presentan este síntoma es de unos 50-60 años. La hemoptisis es la expulsión de sangre por la boca, pero ¡ojo! ya que la sangre proviene del pulmón; es sangre que se tose; es espumosa y roja. La sangre producida desde el estómago por una úlcera se vomita y es oscura o negra. Otros síntomas (es decir, lo que los pacientes nos cuentan que les pasa) que debemos tener en cuenta son: tos, disnea o dificultad respiratoria, pérdida de peso y fiebre. Son síntomas que debemos preguntar al paciente y que nos orientan sobre la causa de la hemoptisis.
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¿Cómo se llega a un diagnóstico?
La radiografía de tórax junto con una buena exploración física del paciente, así como unas preguntas adecuadas sobre las enfermedades anteriores y síntomas que tiene el paciente nos llevarán a un diagnóstico en el 70 % de los casos. Para llegar a saber la causa de la hemoptisis es importante preguntar al paciente sobre las enfermedades que ha tenido a lo largo de su vida y que pueden influir en el origen de la hemoptisis. El interrogatorio debe incluir las siguientes cuestiones: - Si es fumador: Dado que es la causa más frecuente de bronquitis crónica.
- Si ha presentado pérdida de peso y /o apetito que nos pueda orientar hacia un problema de pulmón de origen tumoral.
- Es importante también preguntarle por alteraciones de la coagulación de la sangre bien porque tenga una enfermedad previa o bien porque esté tomando algún medicamento que impida la buena coagulación de la sangre.
- Otras preguntas que también haremos tienen relación con la profesión del paciente, por ejemplo, si es minero, carpintero y todas aquellas profesiones que debido a la inhalación de sustancias tóxicas pueden llegar a dañar el pulmón.
Después de una buena historia clínica, preguntando al paciente sobre sus síntomas y enfermedades, solemos pedir un análisis de sangre, una radiografía de tórax y una gasometría arterial arterial: - En el análisis de sangre veremos si hay alguna alteración de la coagulación sanguínea y, sobre todo, será importante descartar una anemia como consecuencia del sangrado del pulmón.
- La gasometría arterial es un análisis especial de sangre que se hace en la muñeca para saber el nivel de oxígeno en la sangre del paciente y es una medida para saber cómo funciona el pulmón.
- En la radiografía de tórax podemos ver si en el pulmón hay alguna imagen extraña que sea la causante del proceso.
Si con las anteriores pruebas no hemos llegado al diagnóstico enviamos al paciente al especialista de pulmón, el neumólogo, para realizar una broncoscopia (consiste en meter un tubo por la boca o nariz llegando hasta los bronquios) o bien una tomografía axial computadorizada del tórax (TAC torácica). |
¿Qué tratamiento es el más adecuado?
Es fundamental a la hora de tratar una hemoptisis diferenciar si ésta es grave o no: - Hemoptisis no grave: Es la más frecuente. Es aquella en la que el paciente comenta que en la flema salen unos hilos de sangre o bien que algunas flemas tienen una pequeña cantidad de sangre; pues bien, en esta hemoptisis lo principal es tener calma, no correr a la hora de pautar un tratamiento, pues lo más importante es el diagnóstico del por qué se ha producido esa hemoptisis. Por ejemplo, si es producida por una infección habrá que administrar un antibiótico, si la causa es el tabaco tendremos que suprimir el hábito tabáquico. En el caso de que la tos agrave la hemoptisis es recomendable prescribir cualquier fármaco antitusígeno (por ejemplo, jarabe para la tos).
- Hemoptisis grave: Es poco frecuente. Es aquella hemoptisis en la que el paciente se encuentra débil por la hipotensión, mareado y no hace más que expulsar sangre por la boca al toser (más de medio litro a la hora). Lo más importante en esta hemoptisis es tener claro que es grave y que el paciente debe ir al hospital lo más rápidamente posible. Esta hemoptisis presenta una mortalidad del 25% y el tratamiento se debe realizar en un hospital con medidas específicas que pueden llegar a ser incluso quirúrgicas.
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¿Qué otros beneficios se obtienen del tratamiento?
En la hemoptisis causada por la bronquitis crónica, que es la más frecuente, el tratamiento es beneficioso para el paciente, desde el punto de vista de la salud y también del económico: DEJAR DE FUMAR. Si el paciente deja de fumar no toserá, no tendrá sensación de fatiga y disminuirá el número de sus esputos.
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