El término euforia proviene de un vocablo griego que significa “fuerza para soportar”. La palabra, por lo tanto, permite referirse a la capacidad para tolerar el dolor y las adversidades en general.
EuforiaEl uso más habitual del concepto, de todos modos, está asociado a la sensación de bienestar. La euforia puede alcanzarse gracias a una gran alegría, una emoción positiva o, incluso, mediante la ingesta de algún tipo de droga o medicamento. Por supuesto, la euforia inducida por químicos tiene efectos colaterales y no resulta positiva para el sujeto.
Por ejemplo: “La euforia de Lionel Messi al conseguir el gol del campeonato emocionó a todos los asistentes”. Esta frase hace referencia al desahogo, evidenciado mediante gritos, saltos y sonrisas, que un jugador puede experimentar al alcanzar un objetivo.
“De la euforia a la depresión: cuando faltaba un minuto para el final de juego, Brasil anotó un gol y eliminó a Argentina”: esta oración muestra cómo la euforia es un estado anímico que puede variar en un instante.
La euforia, en general, puede alcanzarse gracias a las buenas noticias: “Cuando la familia descubrió que tenía el billete ganador de la galería, la euforia se adueñó de la casa”, “La renuncia del presidente generó la euforia de los manifestantes reunidos frente a la casa de gobierno”.
EuforiaEl uso más habitual del concepto, de todos modos, está asociado a la sensación de bienestar. La euforia puede alcanzarse gracias a una gran alegría, una emoción positiva o, incluso, mediante la ingesta de algún tipo de droga o medicamento. Por supuesto, la euforia inducida por químicos tiene efectos colaterales y no resulta positiva para el sujeto.
Por ejemplo: “La euforia de Lionel Messi al conseguir el gol del campeonato emocionó a todos los asistentes”. Esta frase hace referencia al desahogo, evidenciado mediante gritos, saltos y sonrisas, que un jugador puede experimentar al alcanzar un objetivo.
“De la euforia a la depresión: cuando faltaba un minuto para el final de juego, Brasil anotó un gol y eliminó a Argentina”: esta oración muestra cómo la euforia es un estado anímico que puede variar en un instante.
La euforia, en general, puede alcanzarse gracias a las buenas noticias: “Cuando la familia descubrió que tenía el billete ganador de la galería, la euforia se adueñó de la casa”, “La renuncia del presidente generó la euforia de los manifestantes reunidos frente a la casa de gobierno”.
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